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Km 0La ruta se inicia en el apeadero de Agost. Una carreterita nos llevará hasta este enclave ferroviario a 4 km de la población. Hoy día ya no se detiene ningún tren de la línea La Encina-Alicante , a no ser que se haya solicitado una parada con antelación. En cualquier caso, podremos aparcar el coche, si así fue como llegamos hasta este apeadero, y comenzar la excursión.
Por otro lado, si se optara por realizar la ruta en descenso desde el puerto del Maigmó hacia Agost, la forma de alcanzar el inicio de la ruta pasa por abandonar la autovía Alicante-Alcoi (A 7) una vez pasada el área de servicio del puerto del Maigmó. Un cambio de sentido a través de un paso inferior y una glorieta nos colocarán en la vía de servicio del sentido contrario. A pocos metros localizaremos una despejada pista de tierra y un área de descanso, claro indicio del comienzo de la ruta.
Tras este inciso volvamos al apeadero de Agost. Desde aquí, la vía verde con un firme de tierra compactada, se enfila en paralelo a la línea activa del ferrocarril. A pocos metros, la falta de un pequeño puente sobre un camino nos obliga a un fuerte –aunque corto– descenso, y a la consiguiente remontada hasta alcanzar la cota de la vía. Complicado para personas en sillas de ruedas y ciclistas inexpertos.
La vía avanza por un terreno agrícola donde las viñas, olivos y otros cultivos dan color a una traza que ha sido objeto de una incipiente y esforzada reforestación arbórea de olivos, granados y otros arbolitos, que prometen dotar de sombra a esta calurosa vía verde de aquí a unos años. Así, tras algunos cruces a nivel con caminos agrícolas asfaltados (¡precaución!) y un paso superior en el km 4, la vía, escoltada por una fila de palmeras, va acercándose al pueblo de Agost. Esta población será la primera y la única con la que nos encontremos en todo el recorrido, por lo que será un buen punto de avituallamiento si vamos faltos de algo. Los que gusten de la tradición de los alfares pueden visitar el museo de alfarería, y conseguir uno de los clásicos botijos de Agost, blancos como la tierra de la que proceden.
Km. 4,8
De vuelta a la Vía Verde , una pasarela de nueva construcción (km 4,8) nos proporciona un cruce seguro sobre la carretera de Novelda a Agost (CV 820). Nuevas rectas entre huertas y campos de labor nos colocan en una nueva pasarela, esta más larga y elegante que la anterior, situada en el km 6,9, la cual nos permite contemplar desde las alturas la rambla del Derramador, poniéndonos en antecedentes de las numerosas ramblas que cruzaremos hasta el final de la vía.
Tras un nuevo paso a nivel con un camino agrícola asfaltado, la vía, flanqueada nuevamente por palmeras, se interna en una de las trincheras más impactantes del recorrido (km 9). Realizando una amplia curva hacia la izquierda, la altura de las paredes arcillosas de este desmonte y dos armoniosos arcos pertenecientes a sendos pasos superiores de caminos agrícolas serán toda una bendición si el sol aprieta. Este paraje es conocido en la zona como Plá Aceituna.
Km. 10
El siguiente kilómetro viene definido por la rambla del Tarraig (km 10), que es superada gracias a un alto terraplén en curva hacia la derecha, lo que permite otear el horizonte y la cercana serra del Maigmó. A la salida, una pequeña trinchera, cuyo firme dadas las escorrentías de la zona ha sido acondicionado con cemento, nos introduce ya de lleno en los áridos paisajes de badlands, pasando ya claramente de la zona de cultivos a las blancas tierras de yesos. Dos pasos superiores más y un corto viaducto marcan el km 11. El tendido ascenso continúa mientras el paisaje comienza a tornarse más verde. Los primeros matorrales y pinos carrascos hacen su aparición tras el primer túnel del recorrido (km 12,1). Este es corto y en línea recta, por lo que podrá ser atravesado sin tener que sacar las linternas de la mochila. A la salida, una nueva sorpresa del recorrido: el viaducto de Forn del Vidre ( 140 m ). Una vez pasado este viaducto, en el km 13, una bonita trinchera protegida para evitar desprendimientos nos coloca en breve en la siguiente área de descanso y gran balsa para el riego . Con pinos que aportan sombra, aparcabicis y mesas donde sacar las viandas, se configura como un buen sitio para tomar resuello. De nuevo en marcha y enfilando sin rechistar hasta el siguiente gran hito de la ruta: el viaducto del Palomaret (km 14). Se trata de otra impresionante obra de 200 m de longitud donde –¡ojo!– pueden pasar automóviles, dado que estamos en uno de esos tramos de la ruta con tráfico compartido y terreno asfaltado (sólo 600 m ).
Km. 14,7
Entre ramblas y el dominio del pino carrasco, nos topamos en los km 14, 7 y 15,7 con los siguientes túneles, que se correspondían con los túneles 22 y 23 de los 24 túneles que llegó a tener el antiguo ferrocarril de Alicante a Alcoi.
Tramos de trincheras, altos terraplenes, ramblas y cercanas moles arcillosas, empezamos a ver como la carretera CV 827 que queda a nuestra derecha va trepando y trazando innumerables y vertiginosas curvas por estas sierras hacia el alto del Maigmó. Estamos en una de las zonas más bonitas del recorrido, el olor de los pinos parece invadirlo todo y los túneles parecen añadir una magia especial. Los 381 m de galería completamente a oscuras del túnel del km 17,4 serán solo la antesala del largo y último túnel de la ruta, que atraviesa las tripas del collado de la Horna. Pero antes, y por si necesitamos una parada, se nos ofrece a la derecha de la vía entre una gran pinada una nueva área de descanso.
El último túnel de la ruta, situado en el km 18,6, es sin duda el más largo. A pesar de unos bien intencionados catadióptricos, estos resultan a todas luces (valga el juego de palabras) del todo insuficientes. Así que, linterna en mano y con el espíritu de aventura ya fortalecido, afrontaremos los 525 m de túnel. En su favor cabe decir que el firme de éste y de todos los demás túneles tiene un piso de cemento, por lo que será más cómodo avanzar por ellos.
Este sexto y último túnel tiene como peculiaridad, además de que el mojón del km 19 se encuentra en su interior, el que permite atravesar por las entrañas del puerto del Maigmó una zona minera. … Y como ya viene siendo habitual, tampoco está iluminado.
Km. 22
Los últimos 3 km los atravesaremos con un poco más de pendiente, pero reconfortados y a sabiendas de que el paisaje y el entorno merecen la pena. En el último kilómetro veremos ya a nuestra derecha la autovía de Alicante a Alcoi (A 7) y un área de servicio dotada de gasolinera (con una pequeña tienda) y restaurante. En el caso de que prefiramos la opción de recalar en esta área de servicio, frente a la de tomar reposo en el área de descanso ubicada al final de la Vía Verde (km 22), nos dirigiremos a ella a través de una cercana glorieta, el paso inferior de la autovía y la vía de servicio de la autovía.
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